Entender..

Desde hace algún tiempo, cuando por algún motivo me siento triste tengo la sensación de que nadie me entiende. De que nadie podría entenderme. Incluso si les explicara todo desde un principio. Incluso si estuvieran a mi lado en el preciso momento en que me sumerjo dentro de aquellos pensamientos no del todo bienvenidos. Que no los comprenderían de la forma que yo lo hago. Que los interpretarían en un sentido completamente diferente. Que me escucharían con recelo por molestarlos con tonterias. Que no sabrían qué decir. Que lo que dijeran me haría sentir peor. Que no tengo ganas de escuchar que me equivoco con mi reacción. Que no tengo ganas de que confirmen lo que alguna de mis voces intenta decirme a gritos cada vez más fuertes. Pero yo paso. No lo haré. No quiero. Y si me resisto no es por todo lo que acabo de decir. No es por sentir que será en vano. No. Al contrario. Es por sentir que esa charla si tendrá efectos en mi. Es por saber a ciencia cierta que creeré aquellas palabras del otro. Por saber que las querré asumir como propias. Porque pensaré que eso es lo que corresponde. Porque sentiré que si no lo hago estaré atrapada dentro de mis propios laberintos. Porque estaría por perder de vista lo importante. Porque en mi cabeza se desataría un debate al que no tengo ganas de enfrentar. Porque sé que si yo fuera el otro diría lo mismo. Porque por suerte yo soy yo. Porque yo sola debo reordenar la información de mi cabeza. Porque es necesario el apoyo de los que nos rodean, pero no para contarnos lo que pasa sino para enseñarnos a ver. Porque tarde o temprano abriré mis ojos. Porque si tardo en hacerlo es por alguna razón. Porque hay que dejarlo al tiempo que trabaje tranquilo. Porque en realidad lo importante no es que logres entenderme, lo importante es que me acompañes. Porque hoy con una mirada me alcanza. Porque hoy tu abrazo vale más que mil palabras. Porque hoy lo que mejor queda decirte es gracias por estar. Gracias, gracias, gracias!