martes, 6 de diciembre de 2011

Diferentes Mundos..

Para variar un poco les voy a dejar algo distinto. Esta historia la escribí hace un par de años con la intensión de mandarla a un concurso.. idea que nunca prosperó. Pero revisando cosas viejas la encontré y decidí sacarla a la luz. Es un cuento corto que vincula la Saga de Harry Potter y la Saga Crepúsculo, por lo tanto me parece bueno aclarar que si no conoces el final de alguna (y te interesa que no te lo adelanten) esperes un poco en leerla.. si no es así, ojalá que te guste y la disfrutes tanto como yo disfrute escribiendola!

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Capitulo 1: Los Cullen

La pequeña Reneesmé cumplía 1 año, nadie podía creer lo rápido que había pasado el tiempo, más aun viendo que su apariencia era ya la de una niña de 5 años. Pero todo era alegría. Nessie se había transformado en el centro de todo. No tenía amigos humanos debido a su veloz crecimiento, pero sus encantos habían logrado fortalecer la amistad entre los licántropos y los vampiros.

La casa de campo parecía completamente distinta gracias a la ayuda de Alice que se había auto designado como la organizadora del gran evento. Por esos días Jasper parecía más su asistente que su novio, ayudándola – aunque felizmente - en todos sus deseos. Bella también estaba feliz por solo tener a cargo el tema de la comida, sus recientes cambios no incluyeron un nuevo amor hacia las reuniones. Rosalie estaba totalmente avocada el tema de las fotos, retrataba cada instante de la vida de Reneesmé y no soltaba la cámara por nada. Carlisle y Esme eran los abuelos perfectos, consintiéndola en todo. Incluso Emmett, para sorpresa de todos, pasaba la mayoría del tiempo con Reneesmé.

La reunión fue tan agradable como se podía esperar de algo armado por Alice, sin embargo, cuando todo se tranquilizo y Reneesmé durmió tras una tarde agitada volvieron las discusiones. El amor entre Edward y Bella seguía tan intacto como el primer día, pero les faltaba algo. Sabían muy poco acerca del futuro de Nessie y los celos de Jacob para con Nahuel habían resultado ser un problema muy importante al momento de averiguar más. Éste era el único punto conflictivo entre los recién casados... Edward había mejorado notablemente su relación con Jacob, pero no soportaba que no los dejara investigar. Bella insistía que tal vez encontrarían otros medios para buscar información, pero los argumentos comenzaban a acabársele.

En un último intento, aprovechaba sus minutos al máximo leyendo cada libro que pudiera ayudarle. Le quedaban pocos cuando empezó con el de Eldred Worple: “Hermanos de sangre. Mi vida entre vampiros”. Lo había dejado para el final porque pensó que sería solo una autobiografía, pero aunque había estado en lo correcto, encontró que este viejo vampiro ingles tenía mucho para contar.

“Y así, lo que a muchos vampiros no les sucede en toda su existencia, a mi me estaba pasando... Con tan solo 28 años conocí a la mujer de mi vida. Ella era especial, única en todos los sentidos. Nuestra historia no fue fácil, éramos considerados de distintas razas. Ella era mitad como yo y eso me alcanzaba, pero para ella era más difícil. Pasé muchos años mi vida buscando una forma de ser como ella, pero cuando finalmente la encontré su luz ya se había apagado para siempre"

Sin duda eran palabras claras, pero también escasas. Bella tenia que ir en busca de Eldred. Sin perder más tiempo, aprovecho que Nessie estaba con Jacob y unos minutos después se encontraba dentro de la casa de grandes ventanales.

El salón principal estaba vacío, todas las voces provenían del estudio de Carlisle. Bella todavía no se había acostumbrado a las reuniones de su suegro, cada vez eran más comunes, pero tantos vampiros juntos todavía le recordaban a los primeros días de su nueva vida y al peligro que no deseaba que regresara. No podía esperar para contarle a Edward lo que había descubierto, así que sin dudarlo subió. Al entrar se hizo un gran silencio. Bella pudo sentir la tensión en los ojos de sus espectadores... algo estaba pasando y no era nada bueno.

- Amor, pensé que estabas en casa! ¿Pasó algo? Bajemos, susurro Edward velozmente a su oído.

Después de negar varias veces que pasara algo, Edward escucho con alegría las palabras de Bella. Pero de pronto su rostro pareció más pálido de lo que ya era.

- ¿Inglés? No, no! No podemos ir a Inglaterra ahora. Salir de Forks sería muy peligroso. Tenemos que quedarnos acá, proteger a Nessie. Ir a Europa ahora seria una locura... no se puede.

Bella no podía entender que estaba pasando. Edward parecía hablar más consigo mismo que con ella. Se arrepentía de no haber formado parte de esas reuniones, de haberse alejado lo suficiente como para no escuchar nada.. ¿Qué era tan grave? De pronto, la cara de Edward mostró una gran sonrisa y mientras le susurraba a su esposa que luego le explicaría, las puertas se abrieron. Jacob y Nessie habían regresado.


Capitulo 2: Los Potter

En la gran casa ubicada en Londres el silencio era cada vez más notorio ahora que Lilly, Albus y James estaban en Hogwarts. Ginny estaba junto a Hermione en sus clases de cocina, ambas disfrutaban de la vida como muggle y eran muy sociables. Ron prefería usar la magia para las pocas tareas hogareñas que realizaba. Todavía parecía no acostumbrarse a la vida en Londres. Harry, por otra parte, disfrutaba de la tranquilidad. Aunque nadie parecía haber olvidado sus aventuras, él trataba de no pensar en su adolescencia... la perdida de tantos amigos no había sido fácil de superar.

Harry había conseguido un empleo en El Profeta como organizador ya que le gustaba estar informado de lo que sucedía. La cicatriz de su frente no había molestado por años, pero él no se sentía seguro. Además, la vida en Londres ya no era tan pacifica. Harry sabía que no era a causa de Magia Oscura, pero no podía creer que tantos asesinatos fueran solo a causa de muggles. En los últimos 3 meses habían aparecido más de 50 personas carbonizadas por los suburbios de Inglaterra, y el problema se estaba estableciendo por toda Europa.

Harry se puso en contacto con su amigo Neville Longbotton, que era el nuevo Ministro de Magia, pero ambos se mostraban igual de preocupados. Los diarios londinenses no encontraban respuestas y Harry decidió investigar desde el Profeta. Luna ya tenía sus teorías, y aunque su columna era tomada más como una sección cómica que como una sería por la mayoría de la gente, Harry sabía por experiencia que ella muchas veces tenía razón.

Luna aseguraba que todo se trataba de un conflicto interno de los vampiros y explicaba en su columna: “Al igual que no hombres lobo, los vampiros son reconocidos por el mundo mágico pero no están muy relacionados con él. Ellos viven en el mundo muggle y pocos saben de la existencia de varitas, capas y escobas. Con los años han establecido reglas muy claras que son controladas por lo que ellos consideran como la realeza de los vampiros. El clan conocido como los Volturi ocupa este puesto desde hace ya más de 1500 años, pero en el último tiempo su fama se habría visto deteriorada por los constantes abusos de poder. Las revueltas generadas en su contra son encabezadas por un joven vampiro llamado Efraim Krant, que decidido a tomar el poder, no mide las consecuencias de sus métodos.”

Harry había conocido algunos vampiros en su vida, pero poco recordaba sobre ellos. Lo primero que hizo fue recurrir a Hermione que le explico que no existía mucha información sobre ellos entre los libros de magia. Sin embargo, le sugirió que vaya a hablar con el retrato de Rufus Scrimgeour. ¿Cómo lo había olvidado? Scrimgeour era el Ministro de magia cuando murió Dumbledore, y aunque nunca tuvieron una buena relación recordaba perfectamente que él era un vampiro. Inmediatamente se puso en contacto con Neville y se apareció en su oficina para hablar con el antiguo ministro. Harry explicó la razón de su visita y sus preocupaciones, pero Rufus lo interrumpió poco antes de que terminara.

- Querido Potter, después de lo que usted ha hecho por el mundo mágico nadie podría negarse a ayudarlo. Pero me temo que no se mucho más que usted sobre lo que esta pasando ahora con los Volturi... Hace muchos años el profesor Slughorn salvó mi vida. Mis movimientos como vampiro eran veloces y sigilosos, por lo que él se dio cuenta demasiado tarde de mi presencia como para negar que hubiera algo mágico en él. Yo no me sorprendí, sabia que las leyendas muchas veces son reales... yo era una prueba de ello, pero sin embargo, nunca había conocido a un mago. A los de nuestra clase no se les permite revelar su condición, esta es la regla principal de los vampiros y la que, en teoría, controlan los Volturi que se cumpla. Yo era un prófugo a los ojos de los Volturi y ante lo extraño del encuentro no tenía nada que perder... así que le conté de mi situación. Tú debes saber sobre el Club Slung y su interés por personas destacadas, así que no te sorprenderá que ante el nuevo descubrimiento que yo representaba para él haya intentado salvar mi vida. Se ofreció a llevarme a vivir al mundo mágico donde estaría protegido de mis perseguidores y acepte. No fue necesario que pasara mucho tiempo para notar que los vampiros de aquí eran distintos a los del mundo muggle, pero menos tiempo paso hasta que me di cuenta que mi cuerpo también se adaptó al cambio. La inmortalidad de la que gozaba se perdió, mi corazón comenzó a latir y con los años mi cuerpo se fue debilitando. Por primera vez en siglos la sed de sangre ya no era mi prioridad y aprendí a vivir una vida más humana. Tuve una larga juventud, pero cuando mi tiempo ya estaba llegando a su fin decidí volver a mi viejo hogar por última vez para contar mi historia. No fue difícil elegir en quien confiar. A diferencia de los magos, la mayoría de los vampiros actúan como nómadas viajando por el mundo a la merced de sus instintos. Pero existía una excepción: Carlisle Cullen. Solo el podría entender que una larga vida feliz era mejor que una inmortalidad en soledad. De hecho, cuando lo conocí, él ya lo entendía. Él era distinto a todos, no quería lastimar a los humanos y solo buscaba formar una familia. Cuando lo localicé, le conté lo que había ocurrido y le pedí que guardara el secreto. Carlisle estaba fascinado con mi historia y lo único que pidió a cambio fue que lo mantuviera informado sobre este nuevo mundo”

Harry escuchó con atención el relato de Rufus, pero cuando terminó tenía muchas dudas. El mundo de los vampiros era interesante y completamente nuevo para él, pero Scrimgeour no le había dado ninguna respuesta sobre las muertes muggle, así que espero en silencio a que el ex ministro continuara.

“Parece lógica la idea de tu amiga Luna. Como te decía anteriormente, los muggle no pueden enterarse de nuestra existencia, y la única manera de borrar las marcas en un cuerpo humano que ha sido atacado es el fuego. Pero nunca había escuchado hablar de Efraim Krant y hoy en día no se que estará ocurriendo”

Harry sintió que el tiempo volvía hacia atrás y un escalofrió recorrió su cuerpo mientras tocaba la cicatriz de su frente. Sabia que no era lo mismo, pero su reacción fue instantánea. Tenía la extraña sensación de tener que hacer algo, así que tomo aire y preguntó donde podía encontrar a Carlisle Cullen.


Capitulo 3: Enlaces

El día de Reneesmé terminó unas horas más tarde. Edward no necesitaba leer la mente de Bella para saber lo que estaba pensando así que comenzó su explicación ni bien volvió al cuarto.

- El encuentro que tuvimos con los Volturi hace un año generó algunas consecuencias inesperadas. Los rumores de que se habían negado a pelear por miedo a perder comenzaron a circular cada vez con más fuerza, y poco a poco se fue debilitando su imagen. Los rumanos aprovecharon la situación y comenzaron a formar un grupo de neófitos para atacarlos, mientras sumaban fuerzas con otros vampiros decididos a terminar con el orden actual. Pero hace unos meses las cosas cambiaron. Un tal Efraim Krant se autoproclamó como el nuevo líder y los rumanos deben haber sido asesinados. El problema es que eso no le alcanzó y siguió convirtiendo a más y más neófitos, tantos que ya son demasiadas las muertes al rededor de Europa.

- Pero porque me lo ocultaste todo este tiempo cuando yo... yo puedo ayudar, somos una familia ahora... – replico Bella entre el enojo y el miedo.

- Perdóname amor, no quería lastimarte. Yo se cuanto te molesta hablar de los Volturi y nunca pensé que fuera a llegar tan lejos todo esto. Ninguno lo creía... pero todo cambió hace unas horas. Cuando vos llegaste, Alice acababa de tener una visión. Lo vio a Efraim Krant matando a Aro, a Cayo y a Marcus. Las esposas, los guardias... Todos fueron asesinados. Todos menos Jane y Alec. Efraim no es tonto y no iba a desperdiciar dos armas tan potentes. Pero eso no es todo...

La actitud de Edward cambió. Bella podía notar la tensión en su rostro, y una expresión de miedo parecía dibujarse en él cuando continuó.

- Los gemelos no se olvidaron de nosotros. Nunca nadie los habían superado y tu lo hiciste... Nos culpan de la caída de los Voltiri y si se unieron a Efraim es para poder vengarse. Lograron convencerlo de que los dejara atacarnos sin que nadie se entere. No decidieron cuando venir, pero no podemos separarnos ahora. Y menos acercarnos a ellos.

Bella sintió como un escalofrío le recorría el cuerpo. Los brazos de Edward la rodearon y el tiempo pareció detenerse. Los miedos fueron opacados por esa seguridad que solo parecía existir a su lado, y ahí se quedo... inmóvil entre esos brazos que aún la protegían, aunque los suyos ya no eran tan débiles.

La mañana siguiente Jacob vino a buscar a Nessie, y esta vez Bella se fue con Edward. Los Cullen se reunieron a debatir sus posibilidades, debían tomar una decisión. Emmett y Jasper insistían que pelear sería la única forma de detenerlos. Rosalie y Esme decían que teniendo a Alice de su lado podrían escapar hasta que por lo menos Nessie no fuera tan frágil. Carlisle dijo que iría a hablar con Efraim, que tenia fe en que hablando llegarían a un acuerdo, pero Edward se daba cuenta que ni él creía en sus palabras.

Bella no decía nada pendiente del rostro de Alice que tenía la mirada perdida. Cuando reaccionó, la puerta ya estaba sonando. A Bella le pareció extraño no haber escuchado pasos o movimientos, pero todos parecían tan sorprendidos como ella ante la repentina visita.

- Solo quiere hablar con Carlisle – dijo Edward mientras se dirigía a la puerta.

Por un instante que pareció eterno, ninguno pronuncio palabra. Dos hombres. Dos miradas. Dos rostros que vacilaban entre la duda y la certeza, entre la tensión y la calma. Un latido acelerado se abría paso entre el silencio cuando Carlisle se acercó a la puerta.

- Harry Potter – dijo con voz dulce el nuevo anfitrión – Disculpa por el recibimiento, no esperábamos visitas. Pero, por favor, entra...

Una gran sorpresa invadió a Harry y muchas preguntas aparecieron en su cabeza... pero luego de un fuerte suspiro ingresó a la casa. Observo con cuidado a cada uno de los presentes. Todos eran tan bellos que parecían salidos de una revista. La casa era muy luminosa y grande. El muro trasero había sido totalmente reemplazado por un enorme vidrio y una maciza escalera de caracol dominaba gran parte del cuarto. Las paredes, el alto techo de vigas, los suelos de madera y las gruesas alfombras eran todos de diferentes tonalidades de blanco. Por unos minutos nadie habló. Ya se habían sentado todos en una gran mesa, cuando la dulce voz de una mujer lo invitó a unirse. Tenía el cabello oscuro y corto. Lo miraba como intentando encontrar alguna respuesta, pero dirigiendo su vista hacia el hombre ubicado en la cabecera de la mesa Harry comenzó.

- Estimo que usted es Carlisle Cullen – dijo intentando confirmar sus sospechas. El joven hombre rubio asintió en silencio dejando que el invitado continuara. Tenía muchas cosas en su mente, pero no fue difícil decidir cual sería su primera pregunta.

- Usted... Bueno, recién... ¿Nos conocemos? - dijo vacilando. Una amable sonrisa se dibujo en su cara y esa expresión lo hizo sentir más relajado.

- La historia del niño-que-vivió es muy popular, imaginé que estaría acostumbrado a que lo reconocieran. – dijo tranquilamente, mientras el resto de los espectadores lo miraban intentando comprender.

- De todos modos no creo que muchos como yo lean El Profeta... es entendible tu reacción, debí presentarme primero, lo siento. – se detuvo unos segundos y continuó - ¿Pero a qué se debe tu visita?

La respuesta resulto más lógica de lo que Harry esperaba. Él ya sabía que una copia de el diario que el mismo organizaba llegaba regularmente a las manos de Carlisle, de hecho de esa manera había podido encontrar su dirección. Así que sin perder tiempo comenzó a explicar su encuentro con Scrimgeour y su preocupación por lo que estaba sucediendo en Inglaterra. Admitió que no sabia muy bien que podría hacer él para detener todo lo que estaba pasando, pero ofreció su ayuda para lo que fuera necesario. Hasta aquí había llegado su plan. Realmente no tenía idea de porque estaba haciendo todo esto. Toco su cicatriz unos momentos intentando comprender porque seguía sintiendo esa responsabilidad por cuidar a todos. Esta no era su guerra, ni siquiera era una batalla que él comprendiera... pero aún así estaba ahí, ofreciéndose a luchar.

Cuando Harry se detuvo todos miraron a Carlisle. Una renovada esperanza parecía haberlo invadido mientras aceptaba su ayuda. El-niño-que-vivió se repetía Bella tratando de recordar alguna de las historias que había leído, pero nada le venia a la mente. Emmett había estado conteniendo una sonrisa cuando escuchaba a aquel frágil humano ofrecer su ayuda, pero ahora que Carlisle estaba tan contento con esta nueva situación lo miraba escéptico. De pronto Edward también pareció esperanzado, y le pidió a su padre que le explicaba a Harry todo lo que estaba pasando.

El relato comenzó con el nacimiento de Reneesmé, pasando por el encuentro con los Volturi, la muerte de los rumanos y la reciente visión de Alice sobre los próximos acontecimientos. Edward interrumpió para responder una pregunta que no había sido formulada en voz alta, y explicó como funcionaba el don de su hermana a un Harry que lo escuchó más curioso que sorprendido. La mirada de aquel joven ya no era tan intimidante como al principio y la sonrisa que dibujaba su pálido rostro no tardo mucho en contagiarse al de Harry. Finalmente, parecía estar acostumbrándose a la extraña situación incluso mejor que los Cullen.

De pronto, un grito desesperado se escuchó a la distancia. Edward y Bella fueron los primeros en salir... Carlisle subió en su espalda a Harry y el ruido se hacia cada vez más claro mientras todos corrían hacia el bosque. El sorprendido mago no podía evitar estremecerse con lo que ahora parecían aullidos de dolor. Un fuerte rugido retumbó en su cabeza y luego un gran vacío lo invadió. No podía sentir si seguían en movimiento o no, hasta los olores frescos del bosque se habían desvanecido... todo era silencio, todo era oscuridad.


Capitulo 4: Complicaciones

Edward había sido el primero en llegar a la escena. Jacob estaba retorciéndose en el suelo y gritando de dolor. Había pasado casi un año desde su último encuentro, pero aquel rostro pálido que se encontraba a su lado no había variado en lo más mínimo.

- Debo admitir que realmente eres rápido... - dijo Jane, mientras desviaba su mirada hacía Edward. Los aullidos se habían detenido, pero Jacob permaneció inmóvil en el suelo.

- Pareces sorprendido, ¿Acaso tu hermana prodigio no les advirtió de nuestra visita? Ah no... Cierto que nuestro amigo licántropo nos ayudo en ese sentido – continuó.

Una sonrisa de placer se dibujaba en su rostro. Edward comprendió que Aro la había ayudado a planear esta pequeña venganza. No sabía cuanto tiempo habían estado pensando en esto, pero evidentemente ella no estaba sola.

- ¿Qué quieres? - preguntó con una voz enfurecida.

La risa se acentuó en aquel rostro malvado mientras desviaba sus pensamientos hacía una imagen que hizo enfurecer aún más a Edward. Allí estaba Reneesmé... sola, inconciente, encerrada en un lugar que su padre no llegó a reconocer.

- Quiero muchas cosas – respondió Jane - y tengo la sensación de que ahora estarás dispuesto a ayudarme.

En ese momento llego Bella. Escuchar que el corazón de Jacob aún latía apenas la tranquilizó, clavo su mirada en Jane y automáticamente estiró aquel escudo protector sobre los suyos. Le sorprendió notar que ella no intentaba atacarlos, ni siquiera parecía haber notado su presencia. Su pequeña figura estaba completamente concentrada en Edward, disfrutaba al ver como el odio y el dolor lo invadían. Los detalles de esa conversación que Bella no podía escuchar pasaron a un segundo plano cuando noto que Nessie no estaba. Una extraña sensación recorrió su cuerpo. Un escalofrío la hizo estremecerse y el pánico se adueño de sus pensamientos. Un rugido como nunca había oído salió de su garganta. Ambos parecían sorprendidos al verla.

- Bella! Estas bien... – era más una expresión de alivio que una pregunta.

- Nessie... donde esta Nessie? – susurró ella mientras veía como el miedo también había atrapado a Edward.

Se oyó una carcajada y cuando miraron a Jane ya se había echado a correr. Bella quiso seguirla pero Edward la detuvo.

- Alec esta más cerca y sabe donde la tiene encerrada, será mejor ir tras él primero – dijo antes de salir en la dirección opuesta.

El pequeño vampiro había logrado detener a todos los Cullen muy fácilmente. Sin embargo, aquel humano que se encontraba entre ellos capto su atención por completo. Qué estaría haciendo allí, porqué habrían de arriesgarse llevándolo hacia el bosque si sabían que algo estaba pasando, cómo podía ser que fueran “amigos” de aquel inservible humano. Muchas preguntas estaban dando vueltas por su mente cuando un fuerte golpe lo tiró al suelo. Su distracción le había dado la oportunidad a Bella de acercarse sin que él lo notara. Intento sin éxito paralizar a su oponente, pero ella no se detuvo. Edward estaba ayudando a los demás, que lentamente estaban volviendo a la normalidad. Alec y Bella se encontraban en pleno combate cuando algo inesperado sucedió.

- Petrificus Totalus! - gritó Harry con la varita alzada hacia el extraño.

El hechizo lo golpeo dejándolo completamente inmovilizado. El silencio se apoderó de la escena. Todos se miraban intentando comprender.

- No podrá moverse hasta que yo lo decida – dijo Harry mientras bajaba su varita.

Una sonrisa se dibujo en el rostro de Carlisle mientras miraba al sorprendido mago. El escepticismo de Emmett había desaparecido por completo. Pero no había tiempo para festejos... Reneesmé estaba en peligro.

Edward los guió hasta donde estaba Jacob para que Carlisle lo revisara y explicó todo lo que había sucedido con Jane.

- Tiene encerrada a Reneesmé en algún lugar. Ya se la había llevado cuando yo llegué, pero se quedo para contarme ella misma lo que esta pasando. Teníamos razón al pensar que no le interesa nada de lo que esta haciendo Efraim, solo lo esta utilizando para poder vengarse. Ella y Alec planearon cada detalle cuidadosamente porque sabían que Bella podía detenerlos. Por eso agarraron a Nessie, para que ella no se atreva a actuar. Utilizaron a Jacob para confundir a Alice, ellos sabían que sus visiones se debilitaban cuando aparecían los licántropos. Aro debe haberlo notado mientras miraba en mis recuerdos, no lo se. Pero ahora que su plan esta en marcha pretende que seamos nosotros los que ataquemos a Efraim. Haciendo eso demostraríamos que siempre quisimos conquistar el poder de los Volturi y quedaría claro que ellos tenían razón al pensar que Carlisle no era tan bueno como decía ser. Solo quiere limpiar el nombre de sus mentores, no tiene intensiones de hacerle daño a Nessie. Sabe que si decide lastimarla Alice se enteraría y ya no haríamos lo que pide...

- Pero, ¿Teniendo a Alec con nosotros las cosas cambian no? Podemos ofrecerle un intercambio... ella tienen que aceptar – dijo Rosalie intentando convencerse también a ella misma.

Las cosas no serían fáciles, tenían que actuar rápido y con mucho cuidado. Tal vez Rosalie tenía razón. La captura de Alec no era algo que estuviera en los planes de Jane, pero de todos modos a Bella no la convencía la idea de que ella se rindiera tan fácilmente. La mano de Edward sujetó la suya y sus miradas se cruzaron... solo algo era seguro: Nessie los necesitaba.


Capitulo 5: El plan de Ginny

Carlisle dijo que Jacob solo necesitaba descansar así que lo llevó hasta la casa. Rosalie le preguntó a Harry que pasaría si intentaban trasladar a Alec y él le dijo que no podría moverse, pero le advirtió si podía escuchar lo que pasa a su alrededor. Bella pensó que sería buena idea llevarlo hasta su casa, allí él no estaría al tanto de sus planes y nadie podría encontrarlo. Cuidadosamente lo tomo entre sus brazos y lo encerró en la casita de campo para luego ir junto con Carlisle y los demás.

Después de algunas horas la única buena noticia era que Jacob ya estaba bien. Se culpaba de todo lo que había pasado, y hubiera salido corriendo a buscar a Reneesmé si no fuera porque lo convencieron que eso sería peor para ella. Alice vigilaba constantemente a Jane. Estaba preocupada por la tardanza de Alec pero había decidido esperar. Tenían que encontrar la manera de sacarle la información que necesitaban a Alec o de comunicarse con Jane para ofrecerle un intercambio. El tiempo pasaba y la desesperación se adueñaba cada vez más de todos los habitantes de la casa.

Harry se había vuelto a Inglaterra para hablar con Ginny, contarle todo lo que estaba ocurriendo y ver si había noticias de nuevos ataques por la ciudad. Su mujer reaccionó de una manera que Harry no esperaba... no solo no se enojo con él por haberse ido sin previo aviso, sino que insistió en acompañarlo. Ella tenía una idea que podría resultar así que habló con Ron y Hermione, que inmediatamente estuvieron listos para sumarse a la lucha. Harry no quería que las personas que tanto querían se enfrenten a un peligro que ni él conocía, pero insistieron tanto que no pudo negarse. Le comunico todo lo que estaba pasando a Neville y minutos después se dirigieron rumbo a América.

Cuando los cuatro magos se aparecieron en la casa de grandes ventanales, Alice ya estaba parada en la puerta.

- Los estaba esperando. Se que funcionará, Jane no notará la diferencia – dijo con una sonrisa entre sus labios – pasen... todavía no logro entender como es que lo harán.

Harry no pudo contener la risa al ver la cara de sus amigos frente al extraño recibimiento y mientras entraban les explico lo poco que sabía sobre el don de aquella simpática vampiro. Los Cullen fueron muy amables con los nuevos inquilinos, pero no paso mucho tiempo hasta que Harry les explicó como era el plan de Ginny.

- Me sorprende cómo no se me había ocurrido antes, es una maldición que esta prohibida desde hace muchos años, pero siendo un caso como éste el ministro de magia nos ha autorizado a utilizarla. Cuando le conjuramos la maldición Imperius a una persona, ésta esta obligada a hacer todo lo que nosotros le pidamos.

- ¿Podrían obligar a Alec a que nos diga donde esta Nessie? – preguntó Bella.

- No solo eso... también podríamos hacer que la convenza a Jane de cualquier cosa que queramos. El problema es que la maldición no dura eternamente, yo puedo alargarla hasta que tengamos suficiente tiempo para rescatar a tu hija pero no puedo asegurar que no vuelva a intentarlo en el futuro. – le respondió Harry a Bella para luego continuar hablándole a todos.

- Si son tan unidos como ustedes me han dicho, él podría convencerla de que nosotros tenemos algo importante para decirle. Solo necesitamos unos segundos para maldecirla a ella también y así lograr que “cambie de opinión”. Ella sabe como manejar a Efraim y tal vez logremos convencerle a él de que Carlisle no busca quitarle el poder.

- No es tan importante lo que piense de mi – dijo Carlisle - si podemos convencerlo de cualquier cosa deberíamos pensar en algo que sirva para terminar de una vez por todas con la guerra que él mismo a comenzado.

- El problema es que va a ser imposible conseguir eso. Ahora que los Volturi no están, él sabe que nadie puede detenerlo y ya demostró que lo único que le interesa es incrementar su poder. Harry tiene razón, si Jane logra hacerlo dudar podríamos tener tiempo suficiente para escapar y escondernos. Pero si realmente queremos detenerlo la única solución es enfrentarlo, quitarle el poder que ya sabemos no sabe manejar y dárselo a alguien que si sepa... alguien... alguien como tú. – dijo Edward dirigiéndose a Carlisle.

El silencio se adueño de la sala por unos segundos ante el inesperado planteo. Carlisle se negaría a aceptar, pensó que sería una locura. Él no deseaba el poder y nunca lo había deseado. Pero la deducción de Edward resultaba convincente para los demás. Esa era la única forma de asegurarse que las reglas se cumplirían ahora y siempre, que habría un futuro libre de batallas sin sentido, que el miedo ya no sería utilizado como medio para mantenerse en el poder.

Carlisle insistía en decir que era mucha responsabilidad para una sola persona, pero hasta Harry se mostró entusiasmado por esta idea. Neville le había dicho que las muertes humanas se habían detenido por completo y todos coincidieron en creer que Efraim habría considerado que los neófitos ya no eran necesarios tras vencer a los Volturis. No le convendría dejarlos con vida sin razón, y si ellos no estaban los Cullen tenían grandes posibilidades de ganar.

No había tiempo para seguir debatiendo, tenían que tomar una decisión y pronto. Alice le dijo a Carlisle que ella podía ver que él aceptaría, que no valía la pena continuar dudando. Necesitarían refuerzos para una batalla como esta así que sin esperar respuesta comenzó a hacer algunos llamados. Jasper y Emmett se mostraron más entusiasmados que cualquiera y empezaron a planear el mejor ataque mientras Carlisle se fue solo al estudio. Harry no dejo pasar más tiempo para seguir hablando.

- Edward, Bella... tienen que llevarme hasta su casa. Hay que poner en marcha el plan. Ustedes irán con Ron y Hermione hacia donde nos diga Alec que esta Reneesmé. Ginny vendrá conmigo hasta donde este Jane y así para cuando ustedes estén listos para atacar a Efraim no solo Nessie va a estar a salvo, si no que Alec y Jane pelearan de nuestro lado. Nosotros nos podemos reunir todos mañana en mi casa. Reneesmé estaría segura mientras el peligro pasa, hay suficiente lugar para que también vengan tus refuerzos y así partiríamos todos juntos al encuentro con Efraim.

Edward y Bella hicieron lo que Harry les pedía, se despidieron de los demás, y partieron en busca de su hija. Las cartas ya estaban echadas.


Capitulo 6: El nuevo orden

Reneesmé no era conciente de todo lo que estaba ocurriendo. Jane no tenía en claro que tan fuerte era o si tenía una habilidad tan frustrante para ella como la de su madre, por lo que decidió no tomar riesgos: la tenia en una vieja cárcel abandonada de Canadá, sedada y sola. El antiguo refugio de los Volturi había sido su primera opción, pero Edward podría haber reconocido el lugar. Además, si despertaba no tendría oportunidad de encontrar la salida.

Jane estaba segura que su hermano tendría una buena excusa para la tardanza, era ella la que se había enfrentado con la única persona capaz de detener sus habilidades. Sin embargo, ya habían pasado muchas horas desde el encuentro con Edward y Alec todavía no regresaba. La intranquilidad comenzaba a hacerse más fuerte cuando el teléfono sonó.

- Jane, no podrás creer lo que acabo de descubrir. ¿Dónde estás? Necesito verte lo antes posible. - Dijo una voz familiar desde el otro lado.

Alec no quiso responder ninguna de las preguntas de su hermana y tal fue la insistencia por un encuentro que minutos más tarde se encontraban los dos en una pequeña plaza londinense. El manto oscuro de la noche los protegería de espectadores indeseados, pero gracias esto Harry tuvo que acercarse más de lo que quería para asegurarse de no fallar con su hechizo. Ginny necesito confundir a Alec para que no viera lo que estaba pasando, pero todo salió como estaba planeado. La gran batalla sería al salir el sol... Harry dejo que los gemelos fueran a hablar con Efraim y partió junto a Ginny hacia su casa.

Edward y Bella llegaron rápidamente a la dirección que Alec les había dado. El edificio era viejo, grande y solo algunos rayos de la luna se filtraban por los sucios ventanales. Habían decidido dividirse por lo que Bella estaba sola cuando la encontró. No parecía estar lastimada. Intentó despertarla pero los débiles latidos de su corazón eran la única prueba de que estaba con vida. La tomo entre sus brazos y la sacó de ese horrible lugar. Un odio profundo invadió a Edward cuando la vio... tan frágil, tan inmóvil. Cómo podía haber permitido que Jane llegara tan lejos. Algo tenía que hacer al respecto, las cosas no quedarían así.

Zafrina, Senna, Kachiri, Tanya, Carmen, Eleazar y Kate habían sido los primeros en llegar. La idea de que Carlisle hubiera aceptado hacerse cargo del puesto que antes ocupaban los Volturi les sorprendió tanto como al propio Carlisle, pero fue tomada muy bien por todos. Incluso Garret, el vampiro nómada que había planteado por primera vez en público desacuerdos con las políticas de Aro, Marcus y Cayo, estaba en camino. Todos los que conocían a Carlisle estaban decididos a apoyarlo.

Ron y Hermione habían hecho aparecer a todos en la casa de Harry. Carlisle dijo que Nessie estaría bien, las drogas que le habían aplicado para dormirla deberían perder su efecto con unas horas más de descanso. Bella se quedaría a su lado, no podía dejarla sola en este momento. Edward, por otro lado, se unió a los demás para preparar la batalla...

No pasó mucho tiempo hasta que finalmente amaneció. Rosalie despertó a los magos y juntos fueron al encuentro de Efraim. La situación era muy extraña para todos. Una semana atrás sus vidas eran tranquilas, pacificas, nadie hubiera imaginado lo que estaba a punto de ocurrir.

Cuando el reloj marcaba las diez apareció un grupo de vampiros. Todos jóvenes y hermosos. Sus rostros perfectos pero llenos de maldad hicieron estremecer a los magos que miraban desde el fondo de la escena. Al frente esperaban Carlisle, Edward y Garret. Jane y Alec se encontraban a los costados del que debía ser Efraim. Era el más alto de todos y encabezaba la caminata sin desviar su mirada de la de Carlisle. Los gemelos le habían dicho que ahora que finalmente los Cullen tenían decidido detenerlo, lo mejor sería rendirse. Por mucho que habían intentado convencerlo de que no tenía posibilidades de ganar, Edward comprendió enseguida que estaba dispuesto a dar pelea hasta el final y decidió romper el silencio. Era conciente de que no haría cambiar de opinión a Efraim, pero si podía salvar la vida de alguno de sus acompañantes lo intentaría.

Teniendo en cuenta los números sería una batalla pareja, por lo que nadie hizo caso a sus advertencias. La tensión se hacia cada vez más fuerte. Miradas cruzadas, gestos amenazantes... todos estaban atentos a quien daría el primer movimiento. Finalmente, uno de los guardias de Efraim salto en dirección a Carlisle. Poco antes de alcanzarlo cayó al suelo entre rugidos de dolor. Todos miraron a Jane, que con una amplia sonrisa observaba al valiente vampiro. Garret corrió hacia Efraim y la batalla comenzó.

La experiencia jugaba a favor de los Cullen, que junto a sus amigos terminaron venciendo a la mayor parte de sus contrincantes. Ginny, Ron y Hermione también se sumaron a la pelea, pero Harry estaba atento a los movimientos de Jane y Alec. Entre tantos rugidos, saltos y mordidas nadie más que él se había percatado de que ambos estaban quietos, parados y mirándose uno al otro a la distancia. Harry no podía escuchar nada, pero parecían estar hablándose. ¿Habría desaparecido el efecto de sus maldiciones? Tal vez uno de ellos seguía bajo el Imperius y el otro no, talvez este podía hacer reaccionar al otro. Su magia parecía funcionar normalmente en los vampiros, pero quizás los efectos en ellos eran más débiles.

No tenia tiempo para pensar, si sus sospechas eran ciertas esos dos gemelos serían capaces de vencer a todos. Ágiles movimientos manejaron a su varita. Dos, tres, cuatro, cinco maldiciones aparecieron entre sus labios. Habían pasado años desde que Harry había estado en una situación como esa, pero parecía no haber olvidado como hacerlo.

Unos minutos después el silencio se hizo eco del lugar. Todos se miraban entre si. Los Cullen conocían las habilidades de estos magos tan particulares, pero sus amigos estaban anonadados al ver a todos aquellos veloces vampiros paralizados e indefensos. Algunos estaban heridos, pero nadie corría peligro. Risas y gritos de euforia se escucharon. Las cosas habían cambiado. Los tiempos de abuso de poder y guerras sin sentido estaban terminados. Por fin un nuevo orden se había establecido.

Harry habló con Neville y todos los vampiros fueron trasladados a Azkaban. Cada uno volvió a sus vidas normales. Edward, Bella y Reneesmé se instalaron en la casa de campo y disfrutaron más que nunca de la tranquilidad del bosque. Esta vez la paz parecía haber llegado para quedarse. Las muertes que estaban afectando a toda Inglaterra se habían detenido y Harry parecía haber vuelto a su vida normal. La relación entre magos y vampiros nunca más volvió a ser como antes. El mismo Harry Potter utilizó El Profeta para escribir sobre aquel mundo tan diferente a lo que los magos conocían y sus palabras fueron aceptadas con gran respeto y admiración. Scrimgeour le permitió contar muchas de sus historias y aventuras acerca una vida dividida entre uno y otro mundo. Sin embargo, las razones por las que había decidido abandonar la inmortalidad para disfrutar de una paz en familia no solo conmovieron a los magos, sino que también a los vampiros. Fue gracias a él que Bella pudo descubrir que Nessie tenía parte de ese mundo mágico en su interior y que no era la única de su tipo. Pero finalmente, lo mejor de todo fue que los Cullen pudieron encontrar la paz que venían buscando desde el comienzo de sus días. Ya no tendrían que convivir con el paso interminable del tiempo por siempre... ahora podrían elegir cada día, nuevamente, entre la vida o la inmortalidad.

viernes, 9 de septiembre de 2011

Gritar..

Un dia casi primaveral. Un viento que nos recuerda que aun es invierno. Un frio invernal que solo se hace notar por las noches. Noches que son cada vez mas cortas.. Respiro profundo mientras el sol se esconde. Escucho música. Escribo. Y es que al final, no gritar duele.. Pero vivir gritando duele aun más! Simplemente estoy cansada de pelear con aquella voz que debería ayudarme a crecer. Aquella que seguramente lo intenta. Aquella que no sé escuchar. Quizás. Tan solo quizás algún día logre volver a hacerlo. Quizas. Quizas..

domingo, 22 de mayo de 2011

En busca del viento..

Vine de fabrica con un motor a ilusiones.. día a día necesito soñar para recargar las energías y seguir adelante. Y aunque con el paso de los años el costo sea cada vez más grande, no seria lo mismo apagar el motor y esperar que la vida nos lleve por los caminos que ella elija. No. Yo quiero que ella me dé opciones para que yo decida, para que yo elija por donde ir. A veces vamos muy rápido, apurados por llegar a esa meta imaginaria.. y nos chocamos por olvidar que de vez en cuando se necesita parar un poco y pensar. A veces vamos muy lento por miedo a equivocarnos.. y no nos damos cuenta que es en el temor en donde se esconde nuestro error más grande. Y a veces paramos. Tal vez porque estamos cansados. Tal vez porque pensamos que hemos llegado al final de nuestro recorrido. Tal vez porque creemos que ya no nos alcanza para seguir soñando. Tal vez porque nos imaginamos que alguien vendrá a empujarnos, y simplemente nos sentamos a esperar. Hoy quise detenerme a pensar, pero mientras la velocidad disminuía ya comenzaban a volver mis ganas de acelerar. Y no se cuál será ese extraño motivo que hace que mis paradas sean cada vez más distanciadas en el tiempo, pero nuevamente.. pese a todas las dudas e incertidumbres, no hay nada que me haga tan feliz como una simple sonrisa dibujandose en mi cara. Sonrisa que se puede formar por muchas cosas, por un amigo que nos hable.. por una canción que nos llene el alma.. por las palabras que se escriben ordenando mis ideas o bien, por sentir el viento del camino en mi cara...

martes, 26 de abril de 2011

Shine on..
Just shine on..
With your smile
just as bright as the sun!

domingo, 6 de marzo de 2011

Tal vez parece que
me pierdo en el camino,
pero me guía la intuición..

miércoles, 16 de febrero de 2011

Minuto a minuto..

Cuando pensamos en la vida, todo se trata de elecciones. De decisiones que debemos continuamente tomar. Y no importa cuales sean las circunstancias.. La misma pregunta se repite una y otra vez: ¿Será que el vaso lo veré medio lleno o medio vacío? Y si, esta formulada en futuro a propósito porque la mejor respuesta es obvia. Lo que no es obvio es que podamos cumplir nuestras propias palabras. Que podamos sostener nuestra elección. Elección que debe ser constante. Elección que debemos, simplemente, recordar a cada minuto...

martes, 1 de febrero de 2011

Dilema..

Ya no recuerdo como fue que llegué hasta aquí. Fueron muchas las casualidades que se dieron. Muchas las causalidades que se pusieron de acuerdo. El destino ayudó. Lo sé. En un punto las cosas se dieron de forma tan extraña que me da miedo intervenir. Me da miedo sentir que le pongo un freno a aquello que no puse en marcha yo. Pero, ¿cómo mantenernos inmóviles cuando nuestro suelo se derrumba? ¿Cómo saber? ¿Cómo seguir?

Agua..

Hace tiempo que cada noche sueño lo mismo. Tengo calor. Veo una pileta. Hay muchas ganas de entrar en ella. Es tentadora. Emocionante. Ideal. Pero cuando me acerco veo que no tiene agua. ¿Qué pasó? No lo entiendo. ¿Será que el agua esta por llegar? ¿Será que el agua ya se fue? ¿Será que la pileta no quiere que me meta? Hay dos opciones: O quedarme y esperar para ver que sucede, o rendirme y refugiarme en la casa. Soy consiente de que si las cosas no salen bien voy a sufrir aún más quedandome ahí, parada al sol esperando un refresco q no llegará. Lo sé. Pero decido confiar. Decido esperar junto a la pileta vacía. El sendero es lindo. Caminar por el borde es exitante también. Entretenido. La incertidumbre lo hace aun más inquietante. Quizás termine teniendo suerte, quizás no. Quizás sino termine por cansarme de caminar. No lo sé. Habrá que esperar y ver. Sigo. Camino una, camino dos, camino tres vueltas. Por momentos me siento cansada, pero sigo. No dejo de mirar hacia aquel lugar donde el agua no aparece. Escucho gritos. Alguien me llama pero no lo puedo ver. El calor es agobiante y cuesta cada vez más dejar de alucinar con el agua rodeando mi cuerpo. Abrazándome. Envolviéndome. Protegiéndome del calor. Un hombre. Una mujer. Distintas voces intentan convencerme de mirar hacia otro lado. Me dicen que me hará bien. Me dicen que tienen una sorpresa para mi. Pero aunque mi mente quiera mirar mi corazón no lo deja. Se esta enamorando de la pileta. Ya no importa que tan vacía esta. Ya no importa hasta que punto este sufriendo con el calor. El siente que merece ese surtimiento y lo permite. Lo busca. Ata mi mente al pasado y se va. Parte rumbo a la locura de alcanzar una ilusión. Parte como un niño feliz. Parte, si.. partiendo así su alma en dos.

domingo, 30 de enero de 2011

Cada uno da lo que recibe,
luego recibe lo que da..

Nada es más simple,
no hay otra norma..

Nada se pierde,
todo se transforma..