jueves, 4 de febrero de 2010

Redescubrir...

Cuando conocemos a una persona entran en juego un montón de sensaciones, de nuevas inquietudes y de nuevos miedos. Cuando redescubrimos a una persona que ya conocemos todo aquello se incrementa, se agudiza. Pero cuando a la persona que estamos redescubriendo es a nosotros mismos, todo lo que hacemos o decimos implica un esfuerzo superior. Estimo que por esta misma razón es que llamamos adolescencia a la adolescencia ya que este período es, básicamente, el descubrimiento de uno mismo. Sin embargo, una vez que nos desacostumbramos de esa sensación de inseguridad constante cada tropezón se hace poco a poco más difícil de evitar. Siempre dependerá de nuestras propias decisiones el ser o no capaz de superarlos, pero hay algo de lo que cada vez estoy más convencida: es tan imposible terminar de conocer a los demás como lo es terminar de conocerse a uno mismo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario